jueves, 5 de noviembre de 2009

EL MUNDO PERDIDO - Parte I


"El prejuicio es una carga que confunde el pasado, amenaza el futuro y hace inaccesible el presente".
(Maya Angelou)


Numerosas investigaciones actuales han estado sacando a la luz pública descubrimientos sorprendentes en los planos geológico, arqueológico, histórico y biológico, que dan pie a pensar que la Historia Escolástica sobre los orígenes de la Humanidad y del surgimiento y desarrollo de las antiguas civilizaciones -que se enseña en los círculos académicos a todo nivel y que todos hemos aprendido sin cuestionar- dista mucho de ser la verdadera Historia,... y que ya es el momento de comenzar a replantearla profundamente, desde sus cimientos, si queremos entender realmente el presente y el marco existencial en el que nos movemos.

Dado el enfoque holístico del libro "Fenómalos la Quinta Esencia”, y de este blog que intenta difundir su contenido, considero oportuno revelar a partir de ahora y en las entradas que seguirán a ésta, los misterios que nos han estado ocultando respecto de la Historia para que, teniendo a la vista el contexto real en que se desenvuelve el devenir humano, podamos entender los sucesos actuales en toda su dimensión.

En artículos anteriores he puesto en el tapete contundentes evidencias que respaldan que es perfectamente posible que la raza humana no haya sido -como nos han enseñado con mucho celo- el producto de un proceso evolutivo de casualidades estadísticas o, como lo postulara Teilhard de Chardin, de un derrotero guiado por el Creador hacia "el punto Omega", es decir, hacia la conformación de la plena autoconciencia partiendo del caldo de cultivo de los mares arcaicos hasta llegar a la zoonósfera (o capa de inteligencia que cubre al planeta),... sino de la creación directa de inteligencias ajenas a la Tierra, con el propósito de conformar un "universo acotado" como medio de prueba para juntar evidencia en contra de la Anomalía que ha infectado el Sistema Universal.

Ahora bien, para comenzar insertaré la presente exposición dentro de la línea del tiempo expuesta en las entradas anteriores. 

Para ello retomaré el hilo a partir del momento de la supuesta creación de la raza humana y, fiel a la línea investigativa planteada en las primeras entradas y en el libro "Fenómalos la Quinta Esencia", utilizando la Biblia como base principal de argumentación y análisis, expondré en primer lugar la historia (no oficialmente contada) de lo que pudo haber ocurrido en el periodo prehistórico llamado antediluviano.

Con ello, aprovecharé de aclarar muchas cosas que hasta la fecha han permanecido en una profunda nebulosa por falta de una visión de conjunto (holística), que por lo mismo ha confundido incluso a la cristiandad respecto del pasado histórico del drama humano.

Como se trata de una revelación progresiva que se va dando dentro de un contexto creciente, aconsejo al lector haber revisado previamente las entradas anteriores, que le darán una base para entender a cabalidad los argumentos que siguen.

Los primeros seres humanos

Es interesante destacar cómo la Biblia menciona que, tras la caída en rebelión de Adán y Eva, éstos, los primeros seres humanos, comienzan a procrear una numerosa descendencia, aunque solo nombra explícitamente (seguramente por las connotaciones que éstos tuvieron en el Plan de Contingencia de los Elohim, razón de ser de este milenario libro) a sus primeros hijos Caín, Abel y Set y posteriormente -con la lógica excepción de Abel, asesinado por Caín- al linaje de éstos.

¿Cómo fue posible que de una pareja de seres humanos se poblara el mundo? Si nos basamos en la actual condición fisiológica de la humanidad en cuanto a longevidad, salud promedio y poder de fecundación, ello obviamente no es posible,... pero si tomamos debidamente en cuenta la condición original de inmortalidad de Adán y Eva, más algunas consideraciones culturales y genéticas, entonces deberíamos dar una segunda mirada a este supuesto.

Podríamos llegar a la sorprendente conclusión de que, a pesar de haber perdido el privilegio de la inmortalidad, es posible que la primera pareja y sus descendientes inmediatos aún conservasen una extraordinaria vitalidad, y por ende longevidad, poderío mental y físico, sobresalientes. Según la Biblia podían vivir entre los ochocientos y los mil años, y por la capacidad de procreación mencionada, es posible que mantuvieran su lozanía y juventud hasta pasados los setecientos años.

Entonces sería obvio que entre tal periodo la cantidad de descendientes, sólo de la primera pareja, podría fácilmente haber superado los cien individuos, todos igualmente longevos y potenciados física y mentalmente: "Fueron los días de Adán después que engendró a Set, ochocientos años, y engendró hijos e hijas"(Génesis 5:4. La negrita en cursiva es mía).

Estos, una vez crecidos y alcanzada la adolescencia, y tal como lo hacían los linajes de los antiguos reyes de nuestra Historia oficial, se habrían unido al principio entre hermanos y dichas parejas habrían tenido a su vez otra numerosa descendencia en los cientos de años que vivieron, la que se repartía por comarcas cada vez más apartadas.

Cabe señalar aquí un factor crucial en el tema reproductivo de aquella época, factor que en la sociedad actual no podría darse (y cuando se da suele ser muy criticado): dada la extraordinaria longevidad y lozanía de nuestros antepasados prehistóricos antediluvianos las uniones entre mujeres y hombres podían ocurrir, perfecta y legítimamente, dentro de un rango muy amplio de edades considerando que su periodo fértil pudiera haber durado entre los 15 y los 700 años. Podemos imaginar entonces mujeres de 15 años casadas con hombres de 700 años o viceversa, pasando por toda una gama intermedia de edades cruzadas, puesto que en lo físico eran todos literalmente jóvenes (en nuestros tiempos, más allá de los 70 años… sólo podemos aspirar a ser "jóvenes de espíritu").

Por ese factor y tras unas cuantas generaciones de una o muchas parejas, los cruzamientos tendrían que haber sido cada vez más distanciados genéticamente debido a los parentescos familiares más lejanos y a la manifestación de diferentes características de adaptación al medio, latentes en el código genético de la pareja primordial.

Súmesele a lo anterior las condiciones climáticas estables y benéficas que habría tenido el planeta antes del Diluvio, cuando probablemente nuestro globo miraba directamente al Sol por su Ecuador o bien, como lo afirma la Biblia, la atmósfera estaba saturada de humedad formando una nube que lo cubría por completo provocando una especie de “efecto invernadero”:

“Luego dijo Dios: ‘Haya un firmamento que separe las aguas de las aguas’. E hizo Dios un firmamento que separó las aguas que estaban debajo del firmamento, de las aguas que estaban sobre el firmamento” (Génesis 1:6-7).

Tal vez una de estas condiciones, o ambas en conjunto, producto del reordenamiento geológico al que fue sometida la Tierra por las fuerzas extraterrestres leales después de la catástrofe global provocada por el tren de asteroides provenientes de la explosión de Faetón, hacían su clima ideal. Por ende no habían entonces estaciones tan marcadas en las zonas habitables como hoy, sino que "... subía de la tierra un vapor que regaba toda la faz de la tierra" (Génesis 2:6), lo que contribuía fuertemente a la extremada longevidad y gran estatura de la raza humana primigenia.

Actualmente el eje terrestre se encuentra inclinado en 23°27’37’’ (por razones que explicaré en una entrada posterior) por lo que la Tierra mira directamente al Ecuador sólo el 21 de marzo y el 22 de septiembre, presentando en todos los demás días del año diferentes puntos de su superficie a la exposición directa de los rayos del Sol, lo que ocasiona las estaciones actuales con sus marcadas diferencias de temperatura y de radiación que, por supuesto, afectan en una medida no despreciable la salud y la longevidad de los seres humanos, sin perjuicio de los estragos que iban provocando en estos aspectos la conducta cada vez más degradada de la raza caída a medida que transcurrían las generaciones.

Así, en el transcurso de unas pocas centurias, el crecimiento demográfico en aquel entonces fue exponencial y la tierra se pobló de una gran cantidad de seres humanos de gran capacidad física y mental, que fundaron tribus, pueblos, ciudades y naciones. Esta línea argumental justificaría por ejemplo el por qué el bíblico Caín, también de extraordinaria longevidad y a quién se le castigó en vida a vagar por la tierra de Nod (la palabra nad significa en hebreo vagabundo, por lo que seguramente se trata de un nombre simbólico que alude a la vida errante de Caín) posteriormente se casó, tuvo una numerosa descendencia, y fundó una ciudad llamada Enoc como su primer hijo (ver Génesis 4:16 y 17).

Los hijos de Dios

La Biblia dice explícitamente que Adán a los ciento treinta años engendró a Set, de quien Dios mantuvo un linaje leal a través del cual "...los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová." (Génesis 4:26). Esta casta mantuvo vivas a lo largo de las generaciones siguientes las leyes morales y de salud -así como los ritos que prefiguraban al futuro Mesías que rescataría a la caída Humanidad- que les fueron enseñadas por el Creador a sus primeros padres y que, mucho después del Diluvio, heredaría el pueblo de Israel como pueblo escogido para asumir el rol que finalmente perdió el linaje de Set. Se puede comprobar que de él descienden los patriarcas bíblicos Noé, Job y posteriormente Abraham. [1]

Tal era la fuerza moral, espiritual, intelectual y física de los descendientes de Set, producto de los principios que practicaban (que al igual que a los cristianos de hoy, la Biblia denomina "los hijos de Dios"), que eran todavía de elevada estatura y gran longevidad como sus antepasados, a diferencia del resto de la humanidad que por sus costumbres cada vez más degradadas las fueron perdiendo: "Había gigantes [2] en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres y les engendraron hijos. Estos fueron los hombres valientes que desde la antigüedad alcanzaron renombre.” (Génesis 6:4).

En la Nota 1 de una entrada anterior, titulada Anunnaki – Identificando Anomalía – Parte I, exponemos las dos interpretaciones complementarias de este controvertido versículo del Génesis, que por una parte dejan en evidencia la presencia de las fuerzas oscuras actuando desde entonces sobre la Humanidad, y por otra explica quienes eran estos gigantes antediluvianos cuyos restos evidencian una capacidad craneana superior a la del hombre actual, a los cuales la ciencia oficial ha identificado como los Cro-Magnon, (Pazenkievic).

Con toda seguridad, el linaje de Set hizo las veces de guía espiritual de los seres humanos del mundo antediluviano, conformando una casta sacerdotal cuya misión fue preparar la manifestación del Mesías y tratar de mantener viva la luz que inevitablemente tendía a apagarse en el transcurso de sucesivas generaciones que, debido a su condición caída, se degradaban paulatinamente en lo moral y en lo físico.

Es posible respaldar la veracidad de tal afirmación al revisar la descendencia de Set, la que llega en línea directa hasta Jesucristo pasando por Noé, Abraham, Jacob, y David, entre otros importantes personajes de la historia bíblica. [3]

Las grandes civilizaciones de la remota antigüedad

Seguramente, por la posición original del eje de la Tierra y la condición benéfica del clima, los primeros asentamientos humanos se habrían levantado en la zona más templada que las leyendas y crónicas de la antigüedad denominan Hiperbórea (mítica región ubicada entre las latitudes dentro de las que se encuentran actualmente Groenlandia, Islandia, las Islas Británicas y la Península Escandinava, y que con toda seguridad irradió hacia Europa, Siberia, hacia el centro del Asia incluyendo Cachemira, El Tíbet, Mongolia, norte de China, etc., y también hacia otras regiones geográficas, de carácter mítico, actualmente sumergidas); es decir, cercana al Círculo Polar Ártico, proyectado con la inclinación que tenía la Tierra entonces.

En esta región se habría consolidado una primera civilización de elevadas características espirituales y místicas, la que por motivos demográficos fue derivando con el tiempo -cada vez con mayores conocimientos intelectuales y tecnológicos aunque también con una incipiente degradación en lo espiritual- hacia latitudes más cercanas al Trópico de Cáncer de entonces.

En aquella lejana época los contactos con las entidades extraterrestres, tanto leales como rebeldes, habrían sido mucho más frecuentes y abiertos que en la actualidad por lo que sus influencias se habrían dejado sentir fuertemente. Producto de ello, del Asia Central comenzó a surgir una ideología sutilmente contrapuesta a la del linaje de Set, de alto nivel esotérico, la que practicaban y difundían "iniciados" de aquella región conocidos como chamanes.

Todo ello, unido al tremendo potencial intelectual de las razas guiadas por el linaje de los depositarios de la sabiduría superior, habría contribuido a levantar en pocos milenios una civilización de alcance mundial con enormes adelantos científicos y tecnológicos, que incluyeron al parecer el dominio de desconocidas fuentes energéticas, una avanzada aeronáutica con todo lo que ello conlleva en sistemas de propulsión y telecomunicaciones, profundos conocimientos en biología, medicina, ingeniería, arquitectura y geografía, así como poderosos sistemas de armamentos cuyos devastadores efectos recién están revelando ruinas arqueológicas en diversas partes del mundo, que muestran antiquísimas ciudades arrasadas por el calor repentino y la fuerza expansiva, cuyos suelos se encuentran extrañamente radiactivos y vitrificados.

En la próxima entrada hablaremos de estas civilizaciones, su ubicación geográfica y su extensa influencia a escala planetaria, sus grandes adelantos tecnológicos, los sorprendentes argumentos y pruebas que respaldan su existencia, así como también el cómo y porqué de su súbita desaparición,... y sus consecuencias.

Por




NOTAS:

[1] LA LEY MORAL Y RITUAL: Su existencia y vigencia aún antes del surgimiento del pueblo de Israel.

Es importante destacar cómo cientos de años antes de que se formara la nación judía, el linaje de Set sabía ya del sistema ritual de los sacrificios a Dios de animales sin defecto que prefiguraban el sacrificio del Mesías, como lo ejemplifican el que realizó Noé después del Diluvio (Génesis 8:18-20) y Abrahám luego de la experiencia traumática que le significó el casi tener que sacrificar a su hijo Isaac a Dios (Génesis 22:1-14) para que a través de él pudieran las generaciones siguientes comprender el gran sacrificio que haría el Creador con el propio: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquél que en él crea no se pierda, sino que tenga vida eterna." (Juan 3:16).

También conocían la ley moral, los Diez Mandamientos, como lo demuestran las experiencias de Abrahám en Egipto y en Gerar cuando hizo pasar a Sara su esposa como hermana para evitar que lo mataran para arrebatársela debido a su hermosura. Tanto el Faraón como posteriormente Abimelec rey de Gerar -quienes la habían tomado para sí sin saber que era su mujer-, al enterarse de ello se la devolvieron de inmediato. En palabras de Abimelec a Abrahám (aludiendo al adulterio que pudo haber cometido): "¿En qué pequé yo contra ti, que has atraído sobre mí y sobre mi reino tan gran pecado?" (Génesis 20:9). Ver el caso del faraón en Génesis 12:10-20. Comparar estos ejemplos con Génesis 26:6-11, en que se relata una experiencia similar ocurrida entre Isaac, hijo de Abrahán, y el mismo Abimelec rey de Gerar, debido a Rebeca su mujer.

[2] "HABÍA GIGANTES en la Tierra en aquellos días…"

En la Biblia se hace profusa referencia a eventos donde se involucra la presencia de gigantes:
  • En primer lugar tenemos la mención al linaje de Set cuando parte de él se une con las hijas de los hombres degradados. Los descendientes de Set, “hijos de Dios” por su condición de consagración, y por ende respecto a las leyes morales y de salud, fueron verdaderos "gigantes" en todo sentido, incluyendo su estatura que los distinguía claramente de los "hijos de los hombres", los descendientes de Caín y de los demás hijos de Adán y Eva.
  • En el libro de Números, los exploradores enviados por Moisés para hacer un reconocimiento de la tierra de Canán llegan a Hebrón y descubren que "los descendientes de Anak" viven en la región, informando a su líder que la zona explorada que les fue asignada estaba ocupada por gigantes.
  • En el Deuteronomio abundan crónicas referentes a gigantes: Se hace mención de grandes ciudades con enormes terraplenes y bastiones construidos por los Anakim.
  • En el mismo libro del Deuteronomio se menciona la cama de hierro del gigante Og, rey de Basán, la que medía aproximadamente 4,26 metros de largo por 1,82 metros de ancho (Deuteronomio 3:11). Se estima que el Rey Og medía por lo menos 3.96 mts. de alto.
  • Finalmente tenemos al famoso gigante filisteo Goliat -cuya estatura debió haber sido entre 2 y 3 metros- derrotado por el pastor David, futuro Rey de Israel. 

Además de la Biblia, de los gigantes se hace referencia en multitud de crónicas y leyendas griegas, nórdicas, germánicas, hindúes, indoeuropeas, mayas, aztecas, toltecas e incas. Si el lector busca en Internet encontrará mucho material al respecto, aunque deberá ser cuidadoso con las crónicas más sensacionalistas pues hay muchas falsificaciones de por medio.

Sin perjuicio de lo anterior, existen evidencias contundentes descubiertas por arqueólogos de todo el mundo sobre la existencia de seres humanos de gran tamaño que habitaron el planeta en el pasado, que sin embargo todavía se las oculta celosamente y se las desmiente cuando hay preguntas sobre ellas. Seguramente razonan -aunque a nuestro juicio equivocadamente- que el reconocer su existencia pudiera acarrear dramáticas consecuencias en la sociedad actual, haciendo tambalear las bases de sus cimientos construidos en base a la Ciencia y a las Religiones oficiales ... de las que ya sospechamos no nos cuentan toda la verdad.

[3] EL LINAJE DE SET: Línea directa hasta el Mesías.

La Biblia es clara respecto de la descendencia de Set hasta Jesucristo. En efecto, si se sigue literalmente la cronología de los descendientes de Adá0  1 n a través de su tercer hijo Set, hasta Noé antes del Diluvio (Génesis, cap.5), después la descendencia de Noé a través de su hijo Sem hasta Abraham (Génesis11:10-23), luego la huella del linaje de Abraham (Génesis, cap.12) y de ahí en adelante a través del Antiguo y el Nuevo Testamento, la cronología de la descendencia de éste llega hasta Jesucristo. Así lo demuestra Lucas en el tercer capítulo de su Evangelio (Lucas 3:23-38) que menciona la genealogía en forma retrospectiva desde Jesús hasta Adán, y lo recalca Mateo al principio de su Evangelio (Mateo 1:1-17) quién retoma la genealogía de Jesús a partir de Abraham.


BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA 
  • Charpentier, Louis. Los Gigantes y su Origen, Colección Enigmas del Universo. Editorial Bruguera S.A. Segunda edición, noviembre 1972. Argentina.
  • Hancock, Graham. Las Huellas de los Dioses. Biblioteca de Bolsillo, primera edición 1999. Ediciones B,S.A., Barcelona (España).
  • Pasenkiewicz, Jadwiga. Los Soberanos de los Mundos Perdidos. Las Civilizaciones Aeronáuticas del Pasado. Editorial KIER. Edición de abril de 1992 de Impresiones Avellaneda S.A., Buenos Aires, Argentina.


VIDEO RECOMENDADO:

Gigantes: A continuación se muestra para consideración del lector un video en YouTube con evidencias sorprendentes, en el que se observan restos óseos humanos de impresionante talla (algunos de más de cuatro metros de estatura):
  

   
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OBSERVACIÓN: Esta serie de artículos están basados o forman parte del libro escrito recientemente por el autor, denominado “Fenómalos – La Quinta Esencia”, publicado por Editorial Trafford (ISBN 1-4251-1232-3, por Trafford Publishing, Canada). Las imágenes y videos han sido tomadas directamente de la web, y sólo para efectos de ilustración del texto. De haber alguna de ellos con derechos de autor agradeceré comunicármelo para retirarlas de esta entrada.

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sábado, 19 de septiembre de 2009

"SI ESTOS CALLARAN, LAS PIEDRAS CLAMARÍAN"


“Cuanto más atrás miremos, más lejos podremos mirar hacia adelante.”
(Sir Wiston Churchill)



Por muy interesantes que puedan parecer a mis lectores los temas particulares de cada una de las entradas anteriores, no es mi deseo que constituyan un fin en sí mismos sino que sean considerados como parte necesaria e importante del marco holístico a desplegar para ir logrando una explicación coherente a los misterios que nos rodean... y al papel que nos corresponde asumir como Humanidad frente a ellos.

Por lo tanto, intentando no perder la visión integral que plantea este blog retomaré el hilo conductor que he ido deshilvanando en las entradas anteriores. No obstante, antes de seguir adelante con otras revelaciones, retrocederemos otra vez en el tiempo para continuar sentando las bases que nos permitan ir encajando poco a poco las piezas dispersas del intrincado rompecabezas de la verdadera Historia Universal.

La importancia filosófica que encierra esta necesaria retrospección radica en la enigmática respuesta de Jesús a los fariseos que pretendían acallar las alabanzas de sus seguidores ante las maravillas que habían visto a su lado: "Y él respondiendo, les dijo: Os digo que si éstos callaran, las piedras clamarían" (Lucas 19:40).


Con ello reveló una sorprendente verdad: Las piedras encierran en su historia el vital mensaje que tanto la Ciencia como la Religión oficiales han pretendido acallar debido a la confusión que les genera el haber equivocado el camino. Cuando fallan las palabras debemos escuchar el clamor de las piedras. Ellas tienen mucho que contarnos, tanto las de la tierra -como veremos en los artículos que seguirán a éste-, como las piedras que se mueven en el cielo (léase espacio)... que son las que nos interesan en la presente entrada.

PIEDRAS EJECUTORAS:

"Entonces hubo una batalla en el cielo. Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón. Luchaban el dragón y sus ángeles, pero no prevalecieron ni se halló ya lugar para ellos en el cielo." (Apocalipsis 12:7-8)

Vimos en la entrada "ANUNNAKI:// Identificando Anomalía / Parte II" que el Creador y sus fuerzas leales declararon la guerra a las fuerzas oscuras, producto de lo cual se produjo una gran batalla en el espacio que tuvo por resultado -además de su captura y confinamiento en nuestro planeta- la explosión del entonces quinto planeta del sistema solar, Faetón, donde posiblemente habían establecido sus instalaciones de avanzada, y cuyos restos en violenta expansión impactaron a los planetas interiores cercanos al estallido con dramáticos efectos físicos cuya magnitud fue directamente proporcional a la distancia de la explosión, destruyendo los ecosistemas que la Anomalía y sus huestes colonizadoras habían implantado en ellos.


Los planetas exteriores no obstante, dado su gran volumen y naturaleza gaseosa, resistieron perfectamente los impactos de estos incontenibles y mortales proyectiles cósmicos, como quedó demostrado en parte cuando colisionaron contra Júpiter el 16 de julio de 1994, veintiún restos del cometa Shoemaker-Levy, fragmentado en varias partes, en las que el impacto de sólo uno de ellos provocó una llamarada de dimensiones mayores a las de nuestro planeta.

¿Tiene respaldo argumental esta original y revolucionaria cosmovisión? Pues sí, y gracias a las "piedras del cielo" cuya disposición y geomorfología nos muestran la evidencia de aquella gran batalla.

ECOS DE GUERRA:

Están para contarnos su tumultuosa y dramática historia, por ejemplo, los miles de restos rocosos que orbitan entre Marte y Júpiter. En efecto, la comunidad astronómica sospecha que en la posición donde actualmente se encuentran orbitando miles de asteroides de todos los tamaños y formas, debió haber existido originalmente un planeta el cual, por razones desconocidas, habría estallado. Como ejemplo de ello, el 17 de agosto de 1972, el astrónomo Michel Oveden afirmaba en Vancouver, Canadá, que un planeta 90 veces el tamaño de la Tierra, ubicado entre Marte y Júpiter, habría estallado hace 60 millones de años (suceso que coincide sorprendentemente con la época de la desaparición de los dinosaurios). Según él, sus restos conformarían lo que hoy se conoce como el Cinturón de Asteroides.

La suposición de su existencia se apoya principalmente en la regla aritmética del astrónomo Titius establecida en el año 1766, que llegó a ser conocida como la Regla de Titius-Bode debido a que, hace más de doscientos años, el entonces director del Observatorio de Berlín, Johan Bode, se apoyó en ella para fundamentar una teoría en la cual sugería que la inmensa cantidad de asteroides que circunda el Sol entre Marte y Júpiter serían los restos de un planeta que habría estallado.

Tal regla, que sería como escribió Arturo Aldunate Phillips "la anticipación de una ley cósmica aún no formulada" (A Horcajadas en la Luz. Editorial Universitaria de Valparaíso, Chile. Sexta Edición, 1976), permite predecir a priori, y con bastante aproximación, la posición respecto al Sol de casi todos los planetas de nuestro Sistema Solar, medida en U.A. (Unidades Astronómicas)

De acuerdo a ella, a 2,80 U.A., correspondería la ubicación de un quinto planeta. No obstante, en dicha zona sólo encontramos el por todos conocido cinturón de asteroides, en el que el mayor de ellos, Ceres, ocupa la posición de 2,78 UA.


Por la posición de sus órbitas, la suma de sus componentes (actualmente se han catalogado más de dos mil quinientos asteroides y se siguen descubriendo más), así como la forma fragmentada de la mayoría de ellos, la zona de asteroides es una contundente evidencia de que pudo haber existido tal quinto planeta, el cual por razones desconocidas -y hasta ahora no demostrables- habría estallado y lo que vemos actualmente vendrían a ser sólo sus restos.

Obviamente un cataclismo de estas proporciones habría provocado un esparcimiento caótico de millones de fragmentos de todos los tamaños en todas direcciones, afectando directamente a los planetas más cercanos, como Júpiter y Marte, y en menor proporción -pero no menos dramática y peligrosa- a los restantes planetas interiores, incluyendo por supuesto a la Tierra como lo avala el Suceso K/T responsable de la desaparición de los Dinosaurios.

También es posible que los numerosos satélites que orbitan en torno a Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, sean cuerpos capturados por la gravedad de estos gigantescos planetas provenientes del estallido del quinto planeta. Por otro lado, el grupo Troyano y el planeta Plutón con su luna Caronte podrían ser también restos de tal explosión capturados en órbita solar.

EL DRAMA MARCIANO:

Otro ejemplo del clamor de las piedras -que vamos a desarrollar con más detalle en esta entrada dado los fascinantes misterios que encierra- es el caso del planeta Marte, hoy un desierto global, escenario de las fantásticas e inspiradoras narraciones de Ray Bradbury y que constituye una de las mayores incógnitas astronómicas de nuestro tiempo.

Si Marte -como las evidencias actuales lo demuestran- tuvo vida y quizás civilización, el resultado en él fue mucho más devastador ya que la colisión casi simultánea de asteroides de todos los tamaños habría destruido su atmósfera, rasgado y quebrantado su superficie y acabado con todo el ecosistema imperante.


“Marte es un planeta con numerosos misterios, y su auténtica importancia en el sistema solar sigue siendo desconocida. Lo único cierto es que antaño rebosaba de lluvia y ríos, de lagos y océanos, y que actualmente es un planeta yermo y muerto. La mayoría de los científicos cree que Marte fue asesinado –‘ejecutado’ no es tampoco un término exagerado – por un imponente bombardeo de asteroides o cometas. Miles de enormes cráteres, que salpican su torturada superficie, constituyen los silenciosos testimonios de ello” (Graham Hancock, El Misterio de Marte. Capítulo 4: El Planeta Jano. Editorial Grijalbo. Primera edición, 1999).

Las fotografías tomadas por las numerosas sondas enviadas al planeta rojo muestran de hecho una superficie desértica, totalmente erosionada, cubierta por miles de cráteres de todos los tamaños, una gran hendidura conocida como el Gran Cañón Marciano (Valles Marineris) de dimensiones colosales (4.000 km de longitud -equivalente a una cuarta parte de la circunferencia del planeta-, 200 km de ancho y 7 km de profundidad, frente a la cual el Gran Cañón del Colorado, Arizona, EE.UU., es insignificante), y una marcada línea de dicotomía entre ambos hemisferios que sólo tiene explicación por el impacto de inmensos asteroides.

En efecto, en el hemisferio norte del planeta la corteza se encuentra deprimida conformando una cuenca marcada abruptamente por los bordes con las tierras altas del otro hemisferio. Invitamos al lector a observar el siguiente mapa:

El aspecto más curioso que podemos observar en este mapa, además del impresionante cráter de Hellas a la derecha y los inmensos volcanes de escudo junto a la Rajadura o Gran Cañon Marciano a la izquierda, es la sorprendente diferencia entre el Hemisferio Norte, bajo y suave, y el Hemisferio Sur lleno de cráteres, que se encuentra, en promedio, unos cinco kilómetros más alto.

Esto ha llevado a especular fundadamente a los investigadores en torno a la caída en el hemisferio sur de al menos tres grandes cuerpos celestes que habrían liberado con sus masas e impulsos combinados, tremendas ondas de presión las que –atravesando el núcleo del planeta– prácticamente lanzaron la capa exterior de la corteza del hemisferio norte al espacio, junto con la atmósfera y el agua que por la onda expansiva de los impactos se había precipitado caóticamente sobre ella,

a la vez que el magma expulsado por dichas ondas provocó luego las erupciones que habrían formado las extensas planicies de emisiones solidificadas Tharsis y Elysium (cada una con enormes volcanes cuyos picos superan en algunos casos los 20 km de altura), además del Olympus Mons, gigantesco “volcán de escudo”, digno de la imaginación de Tolkien, que consiste en un cráter de 80 km de diámetro rodeado de una costra circular de lava de 700 km de diámetro, que conforma por su borde exterior una circunferencia de casi 5.000 km de acantilados verticales de 6 km de altura sobre las llanuras circundantes.


Existen en el hemisferio sur los correspondientes cráteres de impacto: Hellas que conforma una cuenca elíptica de 1.600 por 2.000 km y 5 km de profundidad, Isidis de 1.000 km de ancho y Argyre de 630 km de ancho, considerados los más grandes del sistema solar, resultado del impacto de masas que se han calculado en 100, 50 y 36 km de diámetro, respectivamente. (Ibíd.).

Es difícil imaginar semejante cataclismo sobre un planeta, magno suceso que explicaría, además de la hendidura de Valles Marineris, la depresión en la corteza del hemisferio norte, y las elevaciones en él de la Tharsis Planitia, Elysium Planitia y el Olympus Mons, los siguientes y no menos importantes fenómenos geológicos y astronómicos:

- la denominada “zona caótica” compuesta por un extraordinario desorden geológico al oriente de la impresionante rajadura marciana, cerca del ecuador de Marte “tortuoso paisaje formado por restos de bloques, valles y fracturas que semeja uno de los círculos inferiores del Infierno dantesco”;
- la órbita sumamente excéntrica y elíptica del planeta;
- su velocidad de rotación alterada respecto de su “cifra de equilibrio rotacional” (emplea casi 25 horas en completar una revolución siendo que las leyes de la mecánica celeste dictan que debería hacerlo cada 8 horas);
- las violentas fluctuaciones de la inclinación de su eje (varía de 14,9 hasta 35,3 grados en ciclos de sólo algunos millones de años);
- la casi inexistencia de su campo magnético;
las evidencias geológicas de una repentina inundación catastrófica provocada por un inmenso volumen de agua en rápido movimiento -equivalente a caudales de millones de metros cúbicos por segundo- como lo son el sistema de canales en la Chryse Planitia de 25 km de ancho y más de 2.000 km de longitud que modeló entre otros fenómenos, islas hidrodinámicas en forma de lágrima “que miden 100 km de un extremo a otro”;
- un posiblemente rápido y violento deslizamiento de toda su corteza como una sola pieza sobre las capas más internas.

Todo ello evidencia un catastrófico suceso con características más que suficientes para haber transformado a nuestro vecino en lo que hoy es: un desierto global, un planeta muerto.

¿HUBO VIDA EN MARTE?

Específicamente han trascendido tres descubrimientos de carácter oficial que demostrarían en conjunto que Marte albergó vida en el pasado, los cuales, de ser finalmente corroborados podrían hacer tambalear los cimientos filosóficos, religiosos y culturales de nuestra civilización:

1) El anuncio oficial de la NASA, el 7 de agosto de 1995, del descubrimiento de microorganismos fosilizados en un meteorito encontrado en la Antártica, el que se comprobó procedía del planeta Marte (dicho sea de paso, para que una cosa tal ocurra, es decir para que un fragmento marciano llegase a la Tierra, sólo podría explicarse bajo la óptica del referido cataclismo que asoló a Marte).

2) Las fotografías obtenidas en el año 1976 por la sonda de exploración Viking 1 de la NASA, de la región marciana de Cydonia, que a 1.300 km de altura muestran en medio de una planicie una especie de montaña de más de un kilómetro y medio de largo, que tiene la forma de un rostro vagamente humano mirando hacia el cielo, además de un conjunto de pirámides situadas aproximadamente a 13 km de dicha cara (algunas de más de un kilómetro de lado y ochocientos metros de altura), construcciones colosales que se asemejan notoriamente a las pirámides de Gizéh que se encuentran en El Cairo, Egipto.

3) La afirmación de un destacado científico soviético, hecha en el año 1959, que los dos satélites marcianos Fobos y Deimos serían ingenios artificiales.


El comunicado de la NASA del descubrimiento de microorganismos fosilizados en el meteorito clasificado como AH84001, procedente de Marte, significa ni más ni menos el reconocimiento oficial del gobierno y de la ciencia estadounidense de la existencia de vida en otros lugares del cosmos, pero también la certeza de que la hubo alguna vez en nuestro vecino planeta.

Las imágenes de Cydonia tomadas por la Vicking 1 (fotografías catalogadas como 35A72 y 70A13) feron analizadas por el experto informático de la NASA Vincent DiPietro, y por Mark Carlotto, experto en procesamiento de imágenes, descubriéndose en la Cara la simetría del rostro en la zona oscura respecto de la iluminada, una especie de tocado egipcio alrededor del cráneo, una fina hilera de dientes en su boca y una formación semejante a una lágrima en su mejilla derecha.

No obstante que la NASA se ha empeñado en descalificar las imágenes obtenidas de la Cara, a nuestro juicio sin argumentos de peso, salvo la difusión por Internet de una imagen tomada por la sonda Mars Global Surveyor en abril de 1998, que muestra de cerca un cerro muy erosionado que según ellos forma un juego de luz y sombra que desde la altura engaña a la vista produciendo una ilusión óptica, no ha podido dar una explicación satisfactoria respecto de las construcciones piramidales, cuya artificialidad es muy notoria a la vista, además de haberse descubierto que los ángulos de estas colosales construcciones ocultan varias constantes matemáticas similares a las encerradas en las célebres pirámides de Gizéh.


Por otro lado, como afirman Graham Hancock y Roger Bauval (Revista “Más Allá”. Edición Nº92/10/1996. Artículos Marte: El Color Rojo de la Vida y El Juego de Las Esfinges), el que existan dos regiones, en dos planetas diferentes, en las que se encuentren - aunque a diferentes escalas - un conjunto de pirámides acompañadas de sendas esfinges, “es un misterio que plantea muchas interrogantes, pero que en ningún caso podría dejarnos indiferentes”.

Lo más relevante es que así como las pirámides terrestres son evidencia de una alta civilización en el antiguo Egipto, las construcciones de Cydonia son la evidencia palpable de una antigua civilización y por ende de vida inteligente en el planeta Marte. ¿Qué ocurrió con ella? ¿Desapareció abruptamente con el inmenso cataclismo provocado por la explosión de Faetón? Las construcciones de Cydonia evidencian una gran erosión producto de innumerables impactos de meteoritos. ¿Quedan sobrevivientes de dicha civilización?

En estrecha relación con el tema anterior, que podría responder la última de las interrogantes planteadas, está la extraordinaria y audaz afirmación del profesor Yosif Shklovskii del Instituto Stenberg de Moscú hecha en el año 1959: que Fobos y Deimos no serían satélites naturales de Marte, sino ingenios artificiales, restos de una antigua civilización marciana.


Deimos, el más pequeño, tiene un diámetro de 8 kilómetros y Fobos casi exactamente el doble, tamaños despreciables si se tiene en cuenta que la Luna mide 3.480 kilómetros de diámetro. Ambos satélites prácticamente vuelan sobre la superficie marciana, ya que giran a 23.500 kilómetros (tres y media veces su diámetro) y a 9.300 kilómetros (una vez y media su diámetro) respectivamente, a diferencia de la Luna que orbita a 384.000 kilómetros de la Tierra, o sea, a una distancia de 30 veces al diámetro del planeta.

En las palabras del científico soviético: “Deimos gira alrededor de Marte en 30 horas, 18 minutos y Fobos en 7 horas 39 minutos. Recordemos que Marte da vueltas alrededor de su eje en 24 horas, 37 minutos, 23 segundos. Esta anotación es importante. En efecto, los únicos cuerpos celestes en el sistema solar que giran alrededor de un planeta más rápidamente de los que éste gira en torno a su eje, son Fobos y los satélites artificiales de la Tierra."

En 1941, el astrónomo norteamericano Sharples describía una aceleración de la rotación de Fobos alrededor de Marte. La existencia de esta aceleración ha sido largamente discutida, pero en 1964 puede considerarse como definitivamente comprobada. “Es de 2 grados por cada 50 años, lo cual resulta imposible dentro de los términos de la mecánica clásica celeste”.


“Enfrentado a estos problemas, yo propuse en 1959 una hipótesis totalmente nueva y cuyo carácter poco ortodoxo no disimulo. Todos los fenómenos desconcertantes observados se explican si la densidad de Fobos es de 130 gramos por centímetro cúbico, pero una sustancia tan porosa como ésta no puede ser suficientemente sólida para inscribirse dentro de la mecánica celeste. Las fuerzas que actúan sobre ella desintegrarían el satélite, a menos que sea hueco. Como un cuerpo celeste no puede ser hueco, fui llevado a pensar que Fobos y probablemente Deimos son satélites artificiales de Marte. ¡Satélites artificiales cuya masa es de varias centenas de millones de toneladas! Esta idea, aparentemente fantástica, debe ser, a mi entender, tomada perfectamente en serio. Antes de pocos años la tierra estará dotada de satélites artificiales de varios kilómetros de diámetro. Satélites gigantes podrán girar durante centenas de millones de años y serán los únicos monumentos que sobrevivirán a la humanidad. Los continentes se hundirán o desaparecerán, pero los satélites seguirán dando vueltas.” (Voskhod II, 18 de marzo de 1965) .


Si Marte llegó a albergar algún tipo de vida inteligente, y así pudiera demostrarlo el enigmático comportamiento de sus satélites, podría ser incluso posible que en la desgarrada superficie del planeta hubieran quedado rastros de tipo arqueológico, como pudieran ser los de la región de Cydonia, aunque sean difusos dado el tiempo transcurrido y la corrosiva atmósfera marciana que lo erosiona todo con sus extensas y violentas tormentas de arena.

CONCLUSIONES

El clamor de las piedras celestes es contundente: constituyen la evidencia palpable de un cataclismo astronómico de proporciones en el pasado sideral, que encaja perfectamente con el planteamiento de la guerra espacial entre las fuerzas leales al Creador y las rebeldes, cuyo resultado fue la destrucción del quinto planeta del sistema solar -suceso que provocó la aniquilación de los ecosistemas implantados por estos últimos- y el encierro de las fuerzas oscuras en nuestro planeta para iniciar aquí, -con los seres humanos como medio de prueba- la recopilación de los hechos que permitieran a los habitantes no contaminados del Universo apoyar el juicio y sentencia definitiva de la Anomalía, para así recuperar el equilibrio perdido en la noche de los tiempos.

A partir de la próxima entrada comenzaremos a describir la historia "terrestre" de este proceso, ... que a todos nos involucra.

Por


NOTAS COMPLEMENTARIAS:


Otras extrañezas a constatar, que contribuyen a completar el asombroso panorama que ofrece Marte, son las numerosas sondas espaciales enviadas rumbo al planeta rojo que han fracasado misteriosamente. Al respecto valga como muestra la siguiente estadística resumida tomada del sitio web http://www.ovni.net/sondas_perdidas.html:


  • Mars 1 (Rusia), 21/marzo/1962: A unos 106,760,000 km de la Tierra se perdió la comunicación rumbo a Marte.
  • Zond 2 (Rusia), mayo de 1965: Un panel solar se descompuso y se perdió contacto con la sonda rumbo a Marte.
  • Mariner 4 (U.S.A.), 1/oct/1965: Por razones atribuidas a una lluvia de micrometeoritos se perdió contacto por casi dos años desde el 1965 hasta el 1967 en su misión de internarse en el espacio después de pasar cerca de Marte.
  • Mars 3 (Rusia), 2/dec/1971: Se perdió contacto con su módulo 20 segundos después de aterrizar en Marte (45 S, 158 W) por razones desconocidas. Mientras tanto un mal funcionamiento de la sonda causó que no obtuviera la órbita marciana deseada. La misión espacial a Marte de esta sonda rusa, el primer ingenio de origen terrestre en posarse suavemente en el planeta, falló misteriosamente menos de dos minutos después de haber iniciado la transmisión de la primera fotografía desde su superficie.
  • Mars 4 (Rusia), 10/feb/1974: Los cohetes fallaron en detener la sonda que pasó a 2200 km de Marte y entró en una órbita heliocéntrica.
  • Mars 5 (Rusia), 12/feb/1974: Se perdió contacto alegadamente por la pérdida de presurización de su transmisor en su órbita marciana.
  • Mars 6 (Rusia), 12/marzo/1974: La comunicación se perdió por un error durante su aterrizaje sobre la superficie de Marte.
  • Mars 7 (Rusia), 9/marzo/1974: La etapas para aterrizaje se despegaron prematuramente causando que la sonda pasara a 1300 km de Marte perdiéndose en el espacio.
  • Phobos I (Rusia), 2/sept/1988: Se perdió la comunicación cuando los paneles solares fallaron en orientarse al Sol para cargar las baterías rumbo a Marte.
  • Phobos 2 (Rusia), 27/marzo/1989: Un fallo en las computadoras causó que se perdiera la comunicación al acercarse a la luna marciana Phobos.
  • Mars Observer (U.S.A.), 21/agosto/1993: Por motivos desconocidos se perdió comunicación tres días antes de llegar a Marte.
  • Mars 96 Orbiter (Francia), 17/nov/1996: Esta sonda falló en entrar a su trayectoria hacia Marte y se estrelló por motivos desconocidos en la Tierra.
  • Mars Climate Orbiter (U.S.A.), 23/sept/1999: Supuestamente un error de navegación causó que se estrellara en la atmósfera marciana donde se destruyó.
  • Pathfinder/Sojojourner (U.S.A.), 27/sept/1999: Se desconoce por qué se perdió la comunicación con esta estación en la superficie de Marte.
  • Mars Polar Lander (U.S.A.), 3/dic/1999: Perdida en su aterrizaje en el polo sur de Marte. (76.3°S, 195.0°W).
  • Deep Space 2 (U.S.A.), 3/dic/1999: Se desconoce por qué sus sensores nunca transmitieron al aterrizar en Marte.

No obstante no todas las expediciones han fracasado, ya que las misiones Viking de los EE.UU. transmitieron en 1976 nítidas fotografías de su superficie, como también las sondas estadounidenses que llegaron exitosamente a la superficie marciana a comienzos de 2004, la Spirit y la Opportunity, que han estado enviando a la Tierra impresionantes imágenes que confirman la presencia de agua.

Sin embargo presunciones surgidas en base a revelamientos fotográficos de su superficie mostrando algunos fenómenos inexplicados alientan las sospechas de que, por ejemplo, la Mars Observer pudo haber sido silenciada desde tierra presentándola como un fracaso. Algunas circunstancias que rodean a estos sucesos hacen crecer las presunciones sobre la existencia de algún tipo de interferencia acaso selectiva sobre las misiones terrestres al planeta Marte. Quizás las razones para tal interferencia la contituyan, por ejemplo, fotografías como la que transmitió en el mes de Marzo de 2004 la sonda Spirit: Un rastro en el cielo marciano que dejó asombrados a los expertos de la NASA (Fuente: Agencia ANSA, Viernes 19 de marzo de 2004).

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA 

  • Aldunate Phillips, Arturo. 1976. A Horcajadas en la Luz. Editorial Universitaria de Valparaíso, Chile. Sexta Edición.
  • Hancock, Graham. 1999. El Misterio de Marte. Editorial Grijalbo. Primera Edición. Roma.

ENLACES RECOMENDADOS Del sitio web Y-JESÚS. Los hechos acerca de Jesús presentado por estudiosos:

VIDEOS RECOMENDADOS: 

1.  La aparente artificialidad de Fobos:


2. Ruinas en la superficie del planeta Marte:



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